Fondos indexados VS Bolsa

Para qué usar los fondos indexados si ya inviertes en bolsa

Pepsi o CocaCola, Naranja o limón, playa o montaña… Tendemos a ver el mundo a través de sus extremos y a tener que posicionarnos en uno de ellos, también a invertir. Y si hay una batalla financiera recurrente es la de gestión activa frente gestión pasiva.

Quienes invierten directamente en bolsa o en fondos de gestión activa suelen renegar del inversor en fondos indexados y viceversa.

El inversor en bolsa afirmará que la indexación limita sus ganancias y no le faltará razón. Por su parte, el inversor indexado podrá decir que replicar al mercado ofrece mejores resultados a largo plazo, que batir al mercado de forma consistente es casi imposible, y también tendrá su parte de razón. ¿Cómo puede ser? ¿Cuál de los dos está en lo cierto?

La respuesta es que ambos tienen su punto porque, en contra de lo que muchas veces se vende: gestión pasiva y gestión activa son 100% compatibles. Puedes invertir en fondos indexados si ya inviertes en bolsa. Es lo que yo hago y te voy a explicar cómo y por qué creo que es una buena idea.

Cómo usar los fondos indexados si ya inviertes en bolsa

Una de las primeras lecciones que aprendes al invertir es la necesidad de diversificar tus inversiones. En otras palabras, invertir en más de un tipo de activo. Así es como gestiono mi cartera de inversión, donde puedes encontrar acciones, criptomonedas, inversión inmobiliaria a través de Urbanitae y sí, fondos indexados a través de roboadvisors.

Si nos centramos en la inversión activa en bolsa y fondos frente a la inversión en indexados, la primera supone un 60% (sumamos bolsa y fondos) y la segunda 15%.

¿Por qué invertir en fondos indexados si ya inviertes en bolsa y en acciones concretas? Hay dos beneficios concretos:

Más diversificación

Por mucho que quiera, mi cartera de acciones nunca podrá alcanzar el grado de diversificación geográfica y sectorial de un fondo indexado global. Sólo invertir en el MSCI World Index a través de cualquier ETF o fondo indexado que lo replica te da exposición mundial a más de 1.600 empresas de las 23 economías más grandes del mundo.

Crear una cartera de acciones similar (y gestionarla) requeriría una enorme cantidad de dinero y de tiempo.

Como inversor, prefiero dedicar esos recursos (especialmente el tiempo) a analizar empresas concretas de sectores que me gustan, que es como la mayoría empezamos a invertir. Con el tiempo vas aprendiendo también a destripar empresas de todo tipo, pero casi todos empezamos por sectores y compañías con las que estamos familiarizados.

En la sección de avisos puedes ver mis últimas compras bursátiles.

Mejor estabilidad

La segunda razón para combinar fondos indexados y acciones en bolsa es la más importante: aporta un punto extra de estabilidad mientras gestiono mi autocartera.

Para que lo entiendas mejor, al invertir en acciones concretas no sé el rendimiento que pueden generar. Sí, me puedo fijar objetivos y hacer proyecciones e incluso revisar mi tackrecord como inversor para hacerme una idea de la rentabilidad media que obtendrá.

Sin embargo, la realidad es que cada empresa es un mundo y que mi capacidad para acertar o fallar puede variar con el tiempo.

Con la inversión indexada no existe ese handicap. Existen una enorme cantidad de datos históricos y de estudios sobre la rentabilidad media que ofrece en el largo plazo y los resultados que puedes obtener. Ahora mismo la rentabilidad anualizada del S&P 500 ronda el 9%, aunque hay que tener en cuenta el último periodo alcista que ha vivido el mercado.

A esto se unen datos como que ningún periodo de 20 años completo arrojó pérdidas en bolsa, independientemente de cuándo invirtieses o que el riesgo de una inversión se reduce dramáticamente con el paso del tiempo.

Los fondos indexados me aportan la seguridad y estabilidad de saber lo que puedo esperar de ellos a largo plazo. En el peor de los casos y por muy mal que lo haga en mi inversión en acciones o con fondos de gestión activa, una parte de mi cartera obtendrá una rentabilidad que considero razonable para el riesgo que asume.

Gracias a esa estabilidad puedo baremar el riesgo que asumo con el resto de mis inversiones. En otras palabras, tratar de conseguir una rentabilidad adicional a la del mercado con ellas.

Al final, lo que me aporta la inversión indexada es estabilidad y cierta tranquilidad, como la que antiguamente aportaba a quienes vivían de la inversión tener bonos que pagaban un 4% anual (hoy en día puedes hacerlo invirtiendo en stablecoins)